miércoles, 30 de enero de 2008

Aquella

Por qué se ha quedado todo quieto. Creo que ya no hay viento. Y las sombras, que frecuentemente ruedan sobre la plaza como si estuvieran montadas sobre pequeñas ruedas, se han quedado bien fijas. Quieto... Quieto... No se ve la línea delgada, negra, que otrora las separaba del suelo.

Viday, tal vez no comprendas nunca

Del cerro vengo bajando
Camino y piedra
Traigo enredada en el alma, viday
Una tristeza.
Me acusas de no quererte
No digas eso
Tal vez no comprendas nunca, viday
Porque me alejo.
Es mi destino
Piedra y camino
De un sueño lejano y bello, viday
Soy peregrino.
Por más que la dicha busco,
Vivo penando
Y cuando debo quedarme, viday
Me voy andando.
A veces soy como el río
Llego cantando
Y sin que nadie lo sepa, viday
Me voy llorando.